El cuidado de la piel tiene más en común con las tareas del hogar de lo que imaginas. Si alguna vez te has preguntado cuál es el orden correcto de aplicar productos o cómo limpiar tu rostro de manera efectiva, una buena referencia está en cómo realizas la limpieza de tu casa. Aquí te explicamos algunas comparaciones clave que te ayudarán a entender mejor tu rutina facial.
Barrer y fregar el rostro
Al igual que al limpiar el suelo, primero barrer y luego fregar es esencial para eliminar toda la suciedad. En tu piel, este proceso empieza con un limpiador de base oleosa, que actúa como una "escoba" retirando maquillaje, protector solar y grasa acumulada. Después, es el momento de “fregar” con un limpiador en gel o espuma para eliminar los residuos restantes.
Un ejemplo ideal para esta fase es el bálsamo limpiador antibacteriano Metamorphosis of Narcissus de Byoode, que ayuda a eliminar impurezas gracias a sus aceites naturales y antioxidantes. Después, puedes usar el gel limpiador en espuma Super Green Poem, también de Byoode, para una limpieza profunda pero suave.
La grasa de la sartén y el agua tibia
¿Has notado cómo la grasa en una sartén es más difícil de limpiar con agua fría? En tu piel ocurre lo mismo: el agua fría puede solidificar los aceites naturales o el maquillaje, lo que hace que la limpieza sea menos efectiva. La temperatura ideal del agua para limpiar tu rostro es de 30ºC, ya que es lo suficientemente cálida para disolver las grasas sin dañar la piel.
La teoría de la bayeta
Una bayeta seca no absorbe tan bien como una ligeramente húmeda. Lo mismo ocurre con la piel: si está deshidratada, le costará más absorber los nutrientes de los productos. Por eso, es fundamental mantener la piel hidratada para que los sueros y cremas penetren mejor. Un buen aliado para esto es un suero con ácido hialurónico, como el Hyaluronic & Okra Allegory de Byoode, que mantiene la piel humectada y facilita la absorción de otros productos.
Orden de los productos: lo último, el aceite
Imagina que enceras un suelo antes de limpiarlo: el agua no penetrará adecuadamente. En la piel sucede lo mismo. Primero se aplican los productos más ligeros, como tónicos o sueros acuosos, y al final los más densos, como cremas o aceites. Esto asegura que los productos sean absorbidos en el orden correcto. Un aceite como el Amaranth de Byoode, con ingredientes nutritivos como el aceite de argán y amaranto, es ideal para terminar tu rutina y sellar la hidratación.
Así como en la limpieza del hogar hay un orden y técnica que seguir para obtener los mejores resultados, lo mismo ocurre con el cuidado facial. Desde limpiar con agua tibia hasta aplicar los productos en el orden adecuado, cuidar la piel siguiendo estas sencillas analogías te permitirá mejorar tu rutina diaria.
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