¿Cada cuánto debes exfoliar tu piel?
¿Qué conseguimos al exfoliar la piel?
Cuando exfoliamos la piel, rompemos las cadenas de células muertas que están en la superficie, así ayudamos a que se desprendan, revelando de este modo las capas inferiores, más sanas. Con esto, reforzamos el proceso de regeneración natural de la piel, refinamos la apariencia de los poros, mejoramos la textura de la piel y ayudamos que se unifique el tono.
Con una buena exfoliación, la piel se verá más limpia, sana y luminosa. Es como pisar el acelerador en ese proceso natural de regeneración nocturno.
¿Cada cuánto debemos hacerlo?
Si bien es súper positivo exfoliar la piel, conviene hacerlo una o dos veces a la semana, espaciando siempre unos 3-4 días como mínimo. Se hace así para conseguir el equilibrio perfecto en ese proceso de regeneración del tejido cutáneo.
Si exfoliamos más a menudo que esto, puede ocurrir que sobre exfoliemos la piel. De ser así, se romperá la función barrera, responsable de mantener los niveles de hidratación en la piel, pudiendo aparecer irritaciones, rojeces, y hasta un tipo de acné por un desequilibrio en la cantidad de ácidos grasos.
¿Cómo se debe hacer?
Cuando se hace una exfoliación mecánica, es decir, con micropartículas, la clave siempre está en la repetición y en la suavidad de los movimientos. Conviene invertir más tiempo, pero siempre haciendo gestos circulares muy suaves. Con estos movimientos conseguiremos eliminar las células muertas de la piel sin producir micro heridas que podrían causar los mismos efectos que cuando sobreexfoliamos.
El producto clave
Azuki & Ragi Fantasy es un polvo exfoliante ideal para mantener la piel equilibrada. A base de Granada, Ragi y Habas azuki, consigue eliminar eficazmente las células muertas del rostro, pudiendo usarlo incluso en el cuerpo y cuero cabelludo. Proporciona un aspecto de frescura dejando la tez radiante. Además, protege gracias a su capacidad antioxidante, al tiempo que alisa y suaviza la piel, aportando un aspecto luminoso y saludable.
Para utilizarlo, se usa el dosificador, echando la cantidad de una cuchara de café. Después, humedece con agua hasta conseguir una agradable espuma y debes masajear suavemente, durante dos minutos, evitando el contorno de los ojos.
"Solo un producto para ayudarte a ver resultados. Si lo usas una vez, te enamoras de cómo deja la piel al instante… Si lo aplicas de forma continuada, cambia la piel y, si lo usas, de forma esporádica ¡la resetea hasta la próxima vez!"
Raquel González
Cosmetóloga
¿Tienes Metamorphosis of Narcissus Cleansing Balm?
¡Estás de suerte! Viene acompañado, también, de un polvo exfoliante para que, un par de veces a la semana, lo combines con el bálsamo y renueves tu rostro.
